sábado, 30 de abril de 2011

Terrier Tibetanos y Parkinson?

Investigadores de la Universidad de Missouri han encontrado la misma mutación genética relacionada con la enfermedad de Parkinson en perros de raza Terrier Tibetano y las personas. Animales y seres humanos podrían beneficiarse de este descubrimiento.


La doctoranda Fabiana Farias, de la Universidad de Missouri (Estados Unidos), ha publicado un artículo* a partir de las investigaciones de sus tesis doctoral en el cual explica que los perros de la raza Terrier Tibetano y las personas compartimos una mutación genética relacionada con desórdenes neurológicos, según se publica en la web Science Daily.

En los terriers tibetanos la mutación está ligada a la aparición de lipofuscinosis ceroide neuronal. En esta enfermedad se produce una interferencia en la función nerviosa debido a que se acumula material de deshecho en las neuronas. Esto produce en los perros demencia, descoordinación, agresividad, problemas visuales… Generalmente cuando llegan alrededor de los cinco años de edad. La lipofuscinosis ceroide neuronal aparece también en los seres humanos, con gran variedad de presentaciones clínicas, pero los síntomas son similares a los que se producen en los perros.


El grupo de investigación de Missouri ha utilizado el mapa del genoma canino y muestras de ADN de perros que sufrían la lipofuscinosis ceroide para detectar causas genéticas. Y la mutación que se detectó en el genoma de los perros es la misma que en los seres humanos produce un tipo de enfermedad de Parkinson hereditaria. Así que el problema de acumulación de material de deshecho en las neuronas, que causa la lipofuscinosis, también parece estar relacionado con ese tipo de Parkinson en personas.
A partir de aquí se abren dos caminos destacables: que se ponga a punto un test genético para los perros que permita eliminar a los portadores del gen mutado como reproductores, por un lado, y que los perros con esta mutación puedan servir para testar terapias génicas destinadas a los seres humanos, por otro.



Fuente : Fabiana H.G. Farias, Rong Zeng, Gary S. Johnson, Fred A. Wininger, Jeremy F. Taylor, Robert D. Schnabel, Stephanie D. McKay, Douglas N. Sanders, Hannes Lohi, Eija H. Seppälä. A truncating mutation in ATP13A2 is responsible for adult-onset neuronal ceroid lipofuscinosis in Tibetan terriers. Neurobiology of Disease, 2011; DOI: 10.1016/j.nbd.2011.02.009

sábado, 23 de abril de 2011

Los perros también pueden padecer desórdenes compulsivos


Al parecer todo este tendria un origen genético....


La International Association of Animal Behavior Consultants 2011 Conference tuvo lugar del 1 al 3 de abril y asistieron más de 300 expertos en comportamiento de perros, gatos, loros y caballos. El
Dr. Nicholas Dodman director de la Behavior Clinics at Tufts Cummings School of Veterinary Medicine, North Grafton, Massachusetts (EE. UU.) habló sobre los animales con comportamientos compulsivos, y dijo que nuevas investigaciones indican que los perros que persiguen sus colas (en su mayoría terriers y razas de pastoreo) pueden no estar mostrando un comportamiento compulsivo, sino que pueden ser autistas. "Al igual que las personas pueden tener comportamientos compulsivos, como la conocida conducta de lavarse las manos hasta que su piel está en carne viva, los animales pueden tener comportamientos similares", dijo Dodman. "No sabemos cuántas mascotas tienen conductas compulsivas", continuó Dodman. "En general, los expertos dicen que alrededor de un 5%, lo cual tiene sentido y es coherente con el 3% aproximado de la población humana que se identifica con trastornos compulsivos." Dodman comenzó a trabajar hace muchos años, con caballos que mostraban un típico comportamiento compulsivo: el animal agarraba el borde de una valla o puerta del establo con sus dientes delanteros, arqueaba el cuello y tragaba aire. El autor descubrió que los psicofármacos podían ayudar. Más tarde, Dodman fue uno de los primeros en usar Prozac para controlar los comportamientos compulsivos en perros. Curiosamente, los trastornos compulsivos en los perros son característicos de las funciones a las que está destinada cada raza. Por ejemplo, los perros que persiguen compulsivamente la luz o las sombras tienden a ser razas criadas originalmente para el pastoreo o para perseguir a sus presas. Otras conductas compulsivas en los perros incluyen chupar sus flancos hasta el punto de causar problemas graves en la piel, y ladrar a moscas imaginarias. Algunos gatos, sobre todo las razas orientales, como siameses, compulsivamente pueden chupar telas. "En este caso, me preocupa la seguridad", dijo Dodman, "ya que como la mayoría de los gatos ingieren algo de lo que chupan, les puede causar una obstrucción". Dodman ha estado observando la conducta de chupar el flanco en el Doberman y ha encontrado una alteración específica en un cromosoma que parece coherente entre los Doberman con este comportamiento. "Estamos en camino de demostrar que los comportamientos compulsivos pueden ser de origen genético", dice Dodman. "Si es cierto en los perros, es muy probable que también lo sea en las personas." Según el Dr. Frank McMillan de la Best Friends Animal Sanctuary, Konab, UT, otra de las condiciones psicológicas comunes a personas y mascotas puede ser el trastorno de estrés postraumático (TEPT). "Hay cierto debate sobre si los animales en realidad sufren o no el trastorno de estrés postraumático de forma estricta, pero nadie discute que nuestras mascotas tienen emociones y que pueden sufrir como resultado de lesiones psicológicas graves", señala. Hay una larga lista de causas posibles, entre las que destacan la cría en “fábricas de mascotas”, participar en trabajos militares, sufrir malos tratos, cambiar varias veces de hogar y, potencialmente, incluso el entrenamiento del perro basado en la fuerza. El adiestramiento basado en la fuerza fue un tema de discusión expuesto por la adiestradora Victoria Stilwell, de Animal Planet. "Los perros son sensibles, emocionales, seres vulnerables que necesitan que les ayudemos a enseñarles y a cuidarlos", dijo. "Su perro no quiere necesariamente ser un perro “10”. Sólo quiere entender lo que se espera de él. Es ridículo pensar que tú necesitas ser dominante para que tu perro sea sumiso. Si transformas a un perro y lo dominas y el animal se da por vencido, no quiere decir que el pero te muestre sumisión sino que como no ha tenido elección, se ha sometido. Los métodos de adiestramiento por dominación son peligrosos y, en raras ocasiones enseñan a los perros. Los métodos de refuerzo positivo dejan espacio a los perros para pensar y son eficaces."


Fuente : Maria Villagrasa Ferrer - Revista Argos
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Médico Veterinario, Lic. en Medicina Veterinaria y ciencias pecuarias Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnologia(UNICIT) y miembro del proyecto Embajadores de la naturaleza del departamento ECOIBERO.